La hipertensión es uno de los principales factores de riesgo de la Enfermedad Arterial Periférica y el factor de riesgo más relevante para el ICTUS.
Para reducir el riesgo de padecer la EAP como consecuencia de la hipertensión, es esencial controlar nuestra presión arterial. La medicación antihipertensiva puede empeorar los síntomas de la EAP y dañar el cuerpo. Por este motivo, trate de aconsejar a sus pacientes que reduzcan la presión arterial elevada también mediante la adopción de un estilo de vida más saludable, es decir, siendo más activos, realizando una dieta integral y manteniendo un peso normal y saludable.
En el caso de la evaluación de pacientes que ya son hipertensos, es imprescindible medir el índice tobillo brazo (ITB) con regularidad. Gracias a la medición temprana del ITB, los pacientes pueden evitar las complicaciones relacionadas con la enfermedad arterial periferica y otras enfermedades cardiovasculares.